Negociar las vacaciones de los niños en verano en caso de divorcio

Trucos y consejos para negociar las vacaciones de los niños en verano en caso de divorcio

Si has pasado por un divorcio o separación con niños, es bastante probable que exista un sistema de reparto, más o menos flexible, para las vacaciones de los niños. Así, el convenio regulador del divorcio suele contemplar en qué periodos permanecerán los niños con cada progenitor, qué régimen de comunicación debe establecerse durante esos periodos…

A pesar de ello, nuestra experiencia nos demuestra que, con la llegada del verano, los conflictos se disparan. Por eso en este post queremos repasar algunos trucos y consejos para negociar las vacaciones de los niños en caso de divorcio.

Cómo negociar las vacaciones de los niños en caso de divorcio o separación

A pesar de que durante el divorcio o la separación se adoptan medidas relacionadas con las vacaciones y los niños, lo cierto es que los conflictos por esta causa siguen sucediéndose año tras año: la elección de fechas, el régimen de comunicación, el tipo de destino o planes para los niños, la publicación de fotografías en redes…. son algunos de los puntos de conflicto.

Las jornadas laborales y la dificultad generalizada para coordinar las fechas de vacaciones con las del otro progenitor tienen mucho que ver con estos problemas, así como las dificultades que atraviesan miles de familias para encontrar dónde dejar a los niños durante el verano mientras los progenitores tienen que seguir cumpliendo con su trabajo.

Por ello, también pueden surgir problemas en cuanto a la logística en periodos no vacacionales para los progenitores pero sin colegio para los niñosAbuelos y otros familiares, campamentos de verano, actividades durante la mañana o la tarde… suelen ser los ‘salvavidas’ en estos casos.

El punto de partida lo marca tu convenio regulador o tu sentencia de divorcio o separación, que será la norma que se aplique para decidir sobre las vacaciones. Si su contenido ha dejado de funcionar para vosotros, tal vez sea hora de renegociar sus términos (preferiblemente, de forma amistosa). Si no queda más remedio, se puede iniciar un procedimiento de modificación de medidas.

Lo más habitual es que entendamos como vacaciones de verano el periodo en el que los niños no tienen colegio, entre junio y septiembre. También que en el convenio regulador o en la sentencia se fije un reparto semanal, quincenal o mensual, si bien cualquier fórmula que os funcione será válida, siempre que no vaya en contra de la ley.

Por ejemplo, es frecuente (y más sencillo) un reparto semanal de las vacaciones cuando existe una custodia compartida que se ejecuta semanalmente. El reparto quincenal, por su parte, suele ser el resultado de dividir en cuatro quincenas los meses de julio y agosto, alternándose periodos. Si el reparto es mensual, un progenitor puede tener a los niños durante julio y otro durante agosto, por ejemplo. Durante los días sueltos de junio y septiembre, suele aplicarse el régimen de custodia habitual.

Aunque cada familia es un mundo, suele recomendarse un régimen que permita a ambos progenitores tener contacto con los niños cada poco tiempo, por lo que un reparto semanal podría ser, a priori, lo más indicado, aunque a veces no es el más práctico.

Cuando se opte por la vía quincenal o mensual (por ejemplo, para realizar un viaje de larga duración al extranjero), mantener una comunicación fluida con el otro progenitor es importante para la estabilidad de los niños y, como responsable de ello en el momento en que tus hijos se encuentren contigo, debes intentar que la comunicación sea fluida.

Consejos las vacaciones de verano de los niños

En cualquier caso, te recomendamos seguir estas pautas:

  • Insistimos en que la comunicación es clave, tanto entre progenitores como entre progenitores y niños. Asegúrate de que tus hijos hablen con el otro progenitor, cumpliendo con lo pactado y con los deseos de los menores.
  • Evita el conflicto y elige la negociación. Para ello, deja a un lado posibles actitudes beligerantes y trata de comunicar tu opinión y necesidades de forma asertiva. Desde nuestro despacho somos muy partidarios de la terapia como fórmula para lograr una buena comunicación entre todos los miembros de la familia.
  • Los niños son lo primero: tenlo en cuenta y valora que se trata de lograr que disfruten de su verano, no de ‘ganar’ ninguna batalla frente a tu expareja.
  • Adáptate. Si para ti resulta más sencillo elegir periodos de vacaciones (por ejemplo, si trabajas por tu cuenta) o si puedes hacerte cargo de los niños con mayor facilidad en momentos en que el otro progenitor no tiene tiempo o recursos, intenta construir y alimentar una buena relación facilitando las cosas.
    • Recuerda: no se trata de ganar, sino de garantizar el bienestar de tus hijos. Veros negociar de forma positiva supondrá un gran ejemplo para ellos y les convertirá en adultos con responsabilidad afectiva.
  • Las fórmulas que marcan que cada año le tocará a un progenitor elegir el periodo de vacaciones en primer lugar son justas a priori, pero puede ser que la realidad aconseje seguir otro camino. Si es así, no te empeñes en seguir al pie de la letra cada norma: la flexibilidad será positiva para todos y os ayudará a construir nuestras propias normas y reglas de negociación.
  • La conflictividad solo empeorará las cosas: evita una escalada del conflicto y que éste termine ante un juez, ya que solo conseguirás ralentizar la solución y enquistar el problema. Hay casos en que no queda más remedio acudir a un tercero que tome una decisión donde las partes no pueden alcanzarla por sí solas, pero es habitual alcanzar mejores (y más duraderos) resultados usando la palabra.
  • Facilita el régimen de visitas durante el verano, cuando exista, y facilita la tranquilidad del otro progenitor enviando fotos, vídeos, audios… Hoy en día es muy sencillo comunicarnos en tiempo real y de forma cercana y visual estemos donde estemos. Eso sí, también es importante establecer límites para que las llamadas no se vuelvan constantes e interrumpan el descanso de los niños.

Si necesitas ayuda en cualquier asunto sobre Derecho de Familia en Cataluña, consulta a nuestro equipo de abogadas.