Elena Crespo habla sobre el coste económico de divorcios y separaciones para el programa Opinacat en 8TV Cataluña

Elena Crespo vuelve a la tertulia de OpinaCat, en 8TV, para hablar sobre el coste económico de divorcios y separaciones

Cada vez más personas se separan y divorcian en nuestro país, y cuando eso ocurre, en caso de que no exista acuerdo, se inicia un proceso burocrático largo y costoso. Uno de los temas que más conflicto genera es precisamente el económico. No hay que perder de vista que incluso en el propio proceso de divorciarse o separarse es incluso más costoso que la propia boda.

Como muestra, ten en cuenta que, de media, la defensa de un abogado de Familia puede costar entre 1.000 y 15.000 euros en función de la complejidad del caso y del patrimonio que esté en juego. Lógicamente, si el divorcio o separación es de muto acuerdo, el coste será más reducido que en caso de encontrarnos ante un divorcio o separación contencioso. En este artículo te hablamos sobre los diferentes tipos de divorcio que existen.

La existencia o no de hijos comunes de la pareja también puede complicar las cosas: los debates y conflictos en torno a la custodia de los niños son muy habituales y, además, pueden enquistarse y generar una alta litigiosidad.

En concreto, es muy frecuente que, en los casos en que es el juez quien decide acerca de la custodia (porque las partes no han querido o no han podido alcanzar un acuerdo amistoso), ninguno de los dos esté de acuerdo con la decisión adoptada. Esto puede traducirse en multitud de demandas cruzadas, que pueden prolongarse indefinidamente, con el coste económico y emocional que ello supone, también para los niños.

Por eso acudir a la mediación familiar es tan importante en estos casos.

El coste económico del divorcio: un análisis social

Los análisis indican que, para muchísimas familias, el hecho de pasar por un divorcio o una separación puede convertirse en un verdadero camino hacia el empobrecimiento. No hablamos únicamente de familias que puedan integrarse en el concepto de pobreza: la propia clase media, la más abundante, se encuentra inmersa en esta realidad.

Los costes derivados del divorcio, enfrentarse al hecho de una economía en soledad, la posible existencia de pensiones de alimentos o pensiones compensatorias, otorgar el derecho de uso de la vivienda habitual a una de las partes… se convierten en elementos que determinarán la economía de cada una de las partes en el futuro, limitando normalmente su libertad financiera.

El resultado que podemos terminar en una situación más precaria que cuando vivíamos en pareja. De hecho, en ocasiones el factor económico es el que lleva a muchas personas a no romper sus vínculos sentimentales y a permanecer en parejas que realmente no funcionan como tal.

Sobre el coste económico del divorcio y la separación, y de qué manera podemos reducirlo o eliminarlo, hablamos para el programa OpinaCat (https://www.8tv.cat/capitol/473), de 8TV.

La abogada responsable de Crespo Law, Elena Crespo Lorenzo, interviene en la tertulia de este programa para analizar este problema estructural que afecta a nuestra sociedad.

¿Cómo evitar o reducir el importante coste económico de un divorcio o una separación?

Tal y como explica Elena Crespo, la mejor forma de abaratar y hacer mucho más sencillo un proceso de separación o divorcio consiste en diseñar capítulos matrimoniales y/o pactos en previsión de ruptura. Este tipo de documento permite a la pareja negociar en cualquier momento las condiciones de una hipotética ruptura, definiendo aspectos de todo tipo, incluyendo los económicos o los relacionados con la custodia de los niños.

Esta práctica resulta muy frecuente en países como Estados Unidos, y podemos ver ejemplos en famosos con grandes patrimonios, como es el caso reciente de Mark Anthony.

En cuanto al caso concreto de Cataluña, donde el régimen que se aplica por sistema es el de separación de bienes, cabría pensar que una separación de las economías de la pareja reduce la posibilidad de conflicto en caso de divorcio o separación. La realidad es que esto no es así, en muchos casos, debido a que una parte de la pareja, normalmente la mujer, reduce su jornada o renuncia a su carrera profesional en todo o en parte para dedicarse al cuidado del hogar y los niños.

Cuando esto ocurre es muy frecuente que la parte que ha dejado de lado su vida laboral reclame una pensión compensatoria, que consiste precisamente en una compensación por la dedicación al hogar o al negocio de la pareja durante el matrimonio.

Precisamente uno de los casos de conflicto más habituales tiene que ver con el uso de la vivienda habitual, aunque tal y como afirma, Elena, “todos son conflictos”. Esto es así porque la economía de cada parte de la pareja, así como la estructura familiar, “saltan por los aires”, y las parejas se ven “en el límite”.

En estos casos, existe una máxima que se aplica siempre: tal y como explica Elena, “si uno quiere comunicarse desde el conflicto, nunca acabas”. Por eso, lo mejor es partir de la empatía, de los puntos en común, y poner siempre el foco en el futuro, en la reconstrucción de la vida por separado de cada parte de la pareja y, por supuesto, en el bienestar de los niños.

Las mujeres, menos protegidas que los hombres a la hora de divorciarse

Otro aspecto importante consiste en valorar hasta qué punto las diferencias económicas entre hombres y mujeres pueden determinar el resultado de la separación o el divorcio es lógico pensar que, si el hombre dispone de una mejor economía que su mujer, también su defensa será de mayor calidad de hecho, es posible que la mujer no cuente con recursos suficientes para defenderse frente a su ex pareja.

Por este motivo es tan importante no dejar de lado la proyección profesional dentro del matrimonio, alcanzando un equilibrio de fuerzas que permita a las dos partes contar con medios suficientes para desenvolverse por sí mismas. Y si los cónyuges deciden que la esposa se quede bajo el cuidado de los hijos y de la familia durante el matrimonio, entonces se deben negociar las cuestiones económicas antes de contraer matrimonio y regular sus consecuencias en caso de una ruptura.

Esto, además de protegernos en caso de divorcio o separación, puede evitar muchos de los conflictos que llevan a una situación de ruptura. La experiencia nos demuestra que, cuando ambas partes se encuentran satisfechas de forma global con su desarrollo vital, las fricciones se reducen.

Si necesitas ayuda en cualquier asunto relacionado con Derecho de Familia, ponte en contacto con nuestro equipo de abogadas.