¿Sabías que el divorcio en España se produce, de media, antes de cumplir los 50 años y tras 16 años de matrimonio? Desde 2014 las rupturas han ido descendiendo, pero tras la pandemia se espera una aumento del 13,2 por ciento, según reflejan los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Convivencia, falta de comunicación, estrés, trabajo, hijos… son algunas de las causas.
Para que conozcas más sobre este tema, en este enlace puedes acceder a la tertulia de 8TV Cataluña en la que hablo sobre cuáles son las causas del divorcio a día de hoy.
¿Por qué nos divorciamos?
Las estadísticas nos dicen que el amor se acaba a los 16 años y, tal y como aseguro en mi intervención, la principal causa es que el matrimonio en sí mismo es complicado, de la misma forma que la sociedad también se vuelve cada vez más compleja.
Las nuevas tecnologías han resultado muy beneficiosas para áreas como los negocios, pero han facilitado las infidelidades y la desconexión de la pareja. A ello se le suman coyunturas recientes como la pandemia por Covid, la crisis económica… Tal y como lo percibo cada día en mi práctica profesional, es cierto el dicho que asegura que “cuando hay problemas económicos, el amor sale por la ventana.”
También percibo que existen muchas fricciones relacionadas con la educación de los niños: cada progenitor viene con un sistema educativo diferente y es frecuente encontrarnos en el despacho con un progenitor que es más flexible y otro más estricto. El choque de visiones supone un importante desgaste.
Si a ello le sumamos la monotonía del día a día, las facturas, el trabajo, estrés… la combinación nos acerca al fin de la pareja. Sobre todo, creo que un factor clave es el empoderamiento de la mujer y su incorporación al mundo laboral: nuestras aspiraciones profesionales son cada vez mayores y aspiramos a puestos más elevados, lo que sin duda supone un cambio de paradigma.
Desgaste, desenamoramiento, infidelidad, dificultades económicas, discrepancias en la crianza de los hijos, irritabilidad o mal carácter son las causas principales del divorcio según el INE. En este contexto, se da con frecuencia la ruptura a partir de los 40 años, cuando la mujer ya tiene sus hijos, su carrera profesional bien encaminada… y decide no luchar más por la relación.
Sin duda es una realidad que ambas partes de la pareja, cuando ambas son trabajadoras, viven más estresadas y la conciliación es cada vez más complicada: trabajar a nivel profesional con los horarios largos que existen en España y llegar a casa con un plus de estrés, la falta de ayuda del hombre… se dejan notar y generan un importante desgaste.
Por último, uno de los puntos que más me llama la atención es la llamada infidelidad financiera: muchas veces las parejas no saben cuánto gana la otra parte. Esto genera muchos conflictos cuando hay desconocimiento en este área, especialmente si no hay una distribución equitativa de los gastos.
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