¿Cómo elegir un abogado de familia?

Abogados de familia: ¿Cómo elegir a un profesional para tu caso?

Los abogados de familia somos profesionales que podemos ayudarte en múltiples casos: divorcio, separación, custodia de menores, capitulaciones matrimoniales, manutención, pensión de alimentos, pensión compensatoria, adopción, derechos de los abuelos con respecto a los menores… La lista de situaciones es extensa, pero todas ellas tienen un punto en común: lo sensible de este tipo de materias, vinculadas íntimamente a la esfera personal.

En casos relacionados con Derecho de Familia es necesario, quizás más que en ningún otro caso, contar con un profesional de confianza con el que nos sintamos verdaderamente cómodos y en quien podamos confiar. También resulta imprescindible contar con toda la atención de tu abogado y saber que éste irá de tu mano durante todo el proceso, informándote puntualmente sobre casa paso. Si, además, tu caso tiene algún elemento internacional, se trata de un factor que reducirá tu lista de candidatos al mínimo: sólo debes quedarte con alguien que conozca sobre derecho internacional privado.

Por todo ello, en este post te doy  algunos consejos a la hora de elegir a un abogado para tu caso sobre Derecho de Familia.

Si necesitas asesoramiento, no dudes en ponerte en contacto conmigo, en mi despacho tenemos amplia experiencia en casos como solicitudes para cambios de residencia de menores, sustracción internacional de menores, planes de parentalidad, custodia compartida, derechos de visita transfronterizos, etc.

¿Cómo elegir abogado de Familia?

Estos son algunos consejos para facilitarte la búsqueda de un abogado de Familia adecuado para tu caso:

  1. Busca un abogado con experiencia

Hay situaciones en la vida en la que no resulta nada aconsejable ponerse en manos de un abogado inexperto: los casos sobre Derecho de Familia son muy importantes en la vida de las personas, y las repercusiones de un asesoramiento incompleto pueden ser negativas. El consejo que suele darse en estos supuestos es no tentar a la suerte ni escatimar en gastos, ya que lo que está en juego es muy preciado: tu situación sentimental y patrimonial, o incluso la custodia de tus hijos. Las malas decisiones pueden salir mucho más caras que un buen abogado de Familia. Por eso te recomendamos ponerte en manos de un profesional con amplia experiencia, que conozca cómo funcionan las cosas y que sea resolutivo.

  1. Busca un abogado empático que atienda a tus necesidades

Entenderse con el profesional que se encargará de un asunto de este tipo es clave para que todo salga bien: tienes que ser capaz de confiar en la persona a la que contraerás y saber que ésta te escucha, te comprende y piensa en lo mejor para ti. Como si de sí mismo se tratara. Desafortunadamente, no siempre se actúa con este nivel de profesionalidad. No aceptes menos y no te cortes a la hora de pedir que se te escuche y que no quede nada importante en el tintero: deja muy claras tus metas concretas para el proceso y aporta toda la información necesaria, asegurándote de que tu abogado se implique. En mi práctica profesional me he encontrado con muchos clientes que desconocían como iba su asunto e incluso que su abogado no le entregaba el borrador de su demanda y las notificaciones del juzgado. Es muy importante que el cliente esté informado de su caso.

  1. Sí a la especialización

Normalmente es mejor optar por un abogado especializado en el caso concreto sobre el que trate tu consulta, por lo que su especialización puede ayudarte -y mucho- a que todo salga tal y como necesitas. Sin embargo, en algunos casos es necesario tocar varias materias dispares y, en estos supuestos, es importante que tu abogado cuente con una red de apoyo multidisciplinar que te permita ofrecerte una solución integral. Parece obvio, pero muchas veces nos olvidamos de la importancia de una formación especializada: en Derecho -e incluso si cerramos el círculo al Derecho de Familia exclusivamente-, es imposible saber de todo.

  1. Elige un abogado realista

No es momento de que nos aseguren que todo saldrá bien si lo más probable es que no sea así. Tu abogado debe ser honesto y realista con respecto a tus posibilidades, sin generar falsas expectativas. Situaciones tan complejas como las que engloba el Derecho de Familia no merecen menos: un buen abogado te hablará con franqueza sobre tus posibilidades de éxito en aquello que desees lograr.

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